8 mar 2011

Después de Brega... la batalla de Ras Lanuf

La división entre este y oeste en Libia es cada día más clara. Efectivamente, como ya señalamos en post anteriores Gadafi esta presionando a la revuelta y asegurando la zona oeste, aprovechando para seguir deslizando sus carros de combate a lo largo del litoral, cada día más cerca de las principales ciudades de la revolución. Este nuevo escenario es muy probable que implique una prolongación del conflicto, y abre la puerta a occidente a intervenir para evitar que la duración sea imprudente y desestabilice la región y el mercado del petróleo.


Las imágenes más recientes muestras a los rebeldes resistiendo la machacante artillería pesada (algunos penachos de humo como el de la imagen pueden deberse a cañones de 152-155 mm) y los bombardeos de la aviación de Gadafi. Por parte de los rebeldes, tan sólo se observan montajes cuádruples de artillería antiaérea ligera (23mm), lanzacohetes RPGs, y algunos medios de circunstancias: cañones sin retroceso, lanzacohetes múltiples, y algún SA7 Grail (lanzacohetes con fijación de objetivos aéreos). Los rebeldes también han capturado algunos blindados y tanques pero desconozco si los mantienen en condiciones de combatir.

Es esperable que los rebeldes sigan replegándose progresivamente, y preparen una defensa en mejores condiciones en entornos urbanos de mayor tamaño y con algo más de equipamiento. No obstante, si no se les concede la ayuda de una exclusión aérea, la aviación de Gadafi hará que la resistencia se desplome en pocos dias, tal vez algunas semanas, y llegue entonces la ocupación y represión en el este.

Occidente teme adentrarse en Libia. Así lo demuestra la reciente captura de un comando britanico de fuerzas especiales (SAS) que escoltaba una misión diplomática para contactar con el gobierno rebelde y promover las conversaciones. Occidente quiere una solución rápida, diplomática o militar; y tal vez si la victoria Gadafista se prevé temprana, se prefiera que así sea con tal de recuperar la estabilidad perdida. Los muertos libios en definitiva, son otros más de otros tantos que se han producido en los últimos años en otros escenarios de conflicto.

Lo que está claro es que la OTAN no es totalmente partidaria de la intervención, dado que es previsible que se produzcan algunas bajas aliadas, y muchas más colaterales.

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